CRÓNICAS DE LA CORONACIÓN PONTIFICA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DEL ROSARIO. “MADRE, REINA Y PATRONA DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA” LAS PETICIONES Y EL DECRETO PONTIFICIO DE LA CORONACION DE LA VIRGEN

Guatemala es un pueblo eminentemente religioso y mariano; mariano hasta la médula. Guatemala es devotísima de la Virgen María, a quien invoca siempre con el Rosario en la mano, gracias a la predicación de los Frailes Dominicos que llegaron a Guatemala en 1529, con el Padre Betanzos. Más aún: La Virgen del Rosario fue Patrona de Guatemala desde el año 1651, por haber sido tan patente el auxilio de la Virgen del Rosario con motivo de los grandes temblores que en ese año sacudieron a Guatemala, el Ayuntamiento de la Capital juró en sesión solemne a la Virgen del Rosario por Patrona de la Capital. Ese juramento se repitió en los años de 1670, 1717, 1724, 1789. 1811, 1831, 1839…siempre por el mismo motivo. Y por fin el Gobierno de la República en septiembre de 1843 también reconoció el Patronato de la Virgen del Rosario, Jurada patrona de las almas del Estado, concediendo el Sr. Presidente de la República, Don Rafael Carrera la ordenanza de “una gran salva de artillería para el primer domingo de octubre por celebrarse la Santísima Virgen del Rosario, jurada Patrona de las almas del Estado” y dirigiendo a la vez invitación al Vicario General del Arzobispado, Canónigo M. I. Señor D. Antonio Larrazábal para que si lo tuviera a bien, se sirva dar la orden correspondiente, a fin que al hacerse la salva, se dé un repique solemne en la Santa I. Catedral.Por todo esto, por este constante auxilio de la Virgen María, por este fervor religioso mariano, por esta popular devoción a la Virgen del Rosario, nació y creció el deseo popular de que si la Virgen del Rosario era la Patrona de Guatemala, era preciso, indispensable, que su Imagen fuera coronada con la mayor solemnidad por el Papa.En 1930, se resolvió llevarla a la práctica, y recogidos esos populares deseos del pueblo de Guatemala, y canalizados a través de las Autoridades tanto Religiosas como Civiles, fueron enviados al Papa Pío XI el 20 de agosto de 1931, y el Papa Pío XI se dignó satisfacer los deseos del pueblo de Guatemala y los deseos, sin duda, de la Santísima Virgen del Rosario y con fecha 16 de octubre de 1931 otorgó el Decreto para que la Imagen de la Virgen del Rosario fuera Coronada con Corona de Oro.